Jakantha “El Errante”

Nombre del pj:  Jakantha “El errante” (Sergio Vargsson)
Clase del PJ Guerrero
Nivel 12

“(De entre las sombras se adelanta un Orco de piel verde bastante oscura, sus ojos cautos y y desconfiados parecen taladrar a los que ocupan el espacio ante el, su cara y ceño están surcados de profundas  arrugas de expresión, estas y el tinte amarillo anaranjado de sus colmillos hablan de una edad mayor a la que sugiere su pelo profundamente negro arreglado en dos pulcras trenzas que caen sobre su pecho, unas amplias patillas le enmarcan el rostro, va vestido con una coraza completa de cuero cocido, brazales y grebas, un escudo a la espalda sin colores de clan y una gran hacha completan su atavio, tras una breve pausa valorativa levanta la mano derecha con la palma al frente y saluda, su voz es baja y grave, recuerda a la friccion de dos bloques de pizarra frotados entre si).

¡Aka'Magosh hermanos…!

Me conocen como Jakantha “El errante”, y soy un guerrero sin afiliación, aunque hace mucho tiempo perteneciera a la estirpe del  Clan Señor de Trueno, mas los estandartes violeta hace tiempo que fueron eliminados de los campos de batalla , y ha sido necesario afrontar nuevos retos.

Después de la Primera Guerra, se dijo que el clan Señor del Trueno mantenía a los últimos de los incursores que montaban en lobos. Los Señor del Trueno eran liderados por un orco llamado Fenris Hermano Lobo, presumiblemente, también un incursor. El clan poseía algunos de los mejores jinetes a nivel de todos los clanes y tenían fuertes vínculos con el clan Roca Negra; de hecho, Orgrim Martillo Maldito perteneció al clan Señor del Trueno antes de ascender al poder.

El regreso del clan Foso Sangrante emocionó a Fenris, quien creyó que él y su clan eran capaces de regresar a Azeroth para terminar con el trabajo que Martillo Maldito y la Horda no habían conseguido con éxito. Ner'zhul, sin embargo no compartió esta decisión y envió al clan Sombraluna a acabar con Fenris y su clan. Garm Hermano Lobo sucedió a Fenris en el mando del clan pero terminó siendo asesinado también.

Cuando la Alianza se adentró en Draenor para quitarle unos artefactos robados a Ner'zhul, descubrieron que el clan Riecráneos había tomado el Libro de Medivh de Ner'zhul. A cambio de este poderoso objeto, la Alianza ayudó a los Riecráneos quienes traicionaron a la Horda y en una de las batallas constantes, supuestamente terminaron exterminando a los miembros del  Clan Señor del Trueno.

Sin embargo unos pocos guerreros  miembros del clan lograron sobrevivir a la destrucción, aunque tiempo después la mayoría cayeron ante la influencia de  un señor del foso, convirtiéndose en orcos viles.  Un destino del que únicamente  pude salvarme gracias a que había decidido separarme de mis hermanos y escoger mi propio camino, iniciando una larga marcha que debía llevarme a enrolarme en las filas de la Nueva Horda de Thrall.

Ahora estoy aquí…”

*La figura que te recibe es la de un erguido y musculado elfo entregado a la no-muerte. Su tez es pálida, surcada por cicatrices de guerra. Su cabello es voluminoso y plateado como una luna en auge. Su belleza plástica generaría desprecio frente a un orco de porte tan intimidante, si no fuera por sus ojos azules, los cuales escrutan el alma de cada interesado en unirse a las filas de Seguidores del Filo. Esa mirada entregada a la guerra y a la muerte parece clavarse en tu pecho buscando el coraje que hace falta para consagrar tu existencia a las Enseñanzas Secretas*

Eres bienvenido, Jakantha. *Dice pausado y respetuoso, aunque su mirada yace perdida en la infinitud, tal pudiera observar otros planos y mundos.*

Mi nombre es Gäbst Moonstrider, Ejectuor del Filo y Caballero de la Espada de Ébano. Soy la persona destinada a darte la bienvenida a nuestra orden, la cual tal vez posea una historia tan larga y rica como la de tu antiguo clan.

Has de saber, que Seguidores del Filo es una Hermandad cuyo principal fuerte es la confraternidad. Una vez formes parte de nuestro grueso, se exige de ti el orgullo de estar dispuesto a dar tu vida por nosotros. Del mismo modo, nosotros daremos entrega absoluta de nuestra existencia por ti, si fuera necesario. Tenemos en nuestro poder el secreto de la unidad y del rendimiento en combate. Tenemos una tradición, un código moral, una jerarquía, unas normas… Seguidores del Filo es más que una Hermandad. Es una forma de vida.

Decidme ahora, Jakantha… ¿Tenéis lo que hace falta?

*Los párpados del elfo caen a medio restar, dejando en sus ojos el reflejo invertido de un ocaso azul, tras un mar de tinieblas. Su marmóreo semblante, la presencia magnética y su mirada, cargan con la determinación de aquel que puede atesorar las tradiciones y los secretos del Filo por toda la eternidad. Tu mente solo puede cavilar… ¿Estás dispuesto a llegar a ese nivel? *

(Jakantha se tensa, entrecierra sus ojillos porcinos taladrandro a la marmorea figura, inspira profundamente por la nariz y su mano derecha se contrae cerrandose en un masivo puño, volviendo a abrirse un instante despues, relaja un poco su posicion envarada y con respeto no exento de cierta ironia en su voz aspera, le contesta al elfo)

Maese Moonstrider...

Si fuera mas joven e impulsivo, o hubiera vivido menos circunstancias dificiles en mi existencia, vuestra sola duda sobre si mi valor es suficiente para dar mi vida y algo mas en favor de la Hermandad habria tenido la contestacion de mi hacha, y entonces a buen seguro que la cuestion finalizaria cuando solamente uno de los dos hubiera seguido en pie...

Sin embargo, mi vida me ha llevado por azarosos caminos y he terminado por aprender que las mejores camaraderias se forjan en las mas cruentas batallas, y que en ocasiones, todo debe de comenzar por demostrar la valia que creemos mas que probada, a los ojos de los extraños para quien nada somos mas alla de nuestra apariencia...

Me sometere con gusto a todas las pruebas que juzgueis oportunas para mostrar mi determinacion, ya que para mi naturaleza, la creencia de que el maximo honor, reside en interponer tus filos y tu vida misma entre tus seres queridos, o tus hermanos de armas y el mas abrumador peligro, siempre ha sido verdad inmutable...

(Sonrie fieramente)

Mas me pregunto... ¿Cuantos de vosotros estariais dispuestos a hacer otro tanto por un Orco?.

*Un único cabeceo es la respuesta*

Sígueme, muesca del Filo. Tenemos bastante de que hablar.

// y con esto te digo bienvenidísimo

*Jakantha, sigue al Caballero al interior, su fino olfato de Orco distingue los familiares y sutiles tonos de no muerto que impregnan la huella del elfo, de pronto sus astutos ojos se entrecierran, le ha parecido distinguir un destello blanco y dorado en una de las altas ventanas del edificio. Por un momento le ha parecido que alguien observaba desde ella, pero no acierta a distinguir a nadie.*

*Le viene a la cabeza rapidamente que esta a punto de iniciar un nuevo viaje, y lo extraños que van a ser sus aliados en el, en todo caso dejara alto el honor de su desaparecido clan... hasta el ultimo aliento.  Una fiera sonrisa vuelve a asomarse a sus labios.*

-Contadme.... ¿Que desafios hay pendientes?, y sobre todo... ¿Quienes osaran oponersenos?